miércoles, 16 de diciembre de 2009

CAÑETE SE LEVANTA HOY EN PROTESTA CONTRA EL PRESIDENTE ALAN GARCÍA POR OPONERSE A LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAÑETE


CAÑETE AL DIA.- La falta de voluntad política por parte del Presidente de la República Alan García Pérez era evidente, y más de uno ya lo había señalado, que era difícil que se llegue a concretar que el mandatario proceda a rubricar la Ley de Creación de la Universidad Nacional de Cañete sobre la base de las sedes existentes de las universidades del Callao y José Faustino Sánchez Carrión.
Nos habían indicado que el caramelo estaba en el Congreso, en donde pese a la férrea defensa del grupo Aprista, finalmente se aprobó la iniciativa legislativa presentada por el Concejo Provincial de Cañete y no sólo por el alcalde, como algunos han querido dar a conocer. La idea era que se apruebe, como sucedió en el Poder Legislativo, por unanimidad inclusive, porque no le quedaba otra reacción al partido oficialista en ese momento, que dar la cara de buenos o benevolentes con la educación, en el preciso momento que se comenzaron a desnudar relaciones de sus miembros congresales con una Universidad Prívada: Alas Peruanas, cuyos tentáculos incluso se han proliferado en otros sectores decisivos del poder político.
La observación del Poder Ejecutivo no habría tenido nada de novedoso ni preocupante, si no es que de manera paralela ya se viene analizando en el Poder Legislativo el proyecto de Ley, presentado por el propio Alan García como representante del Poder Ejecutivo, para suspender todo tipo de creación de universidades nacionales y privadas, hasta nuevo aviso, iniciando una investigación o investigación de los objetivos cumplidos que deberían evidenciar las actuales vigentes; ya que para eso fueron creadas.
Hoy, la primera autoridad edil de la provincia de Cañete Javier Alvarado acompañado por alcaldes distritales y miembros de su concejo dio a conocer la triste noticia, dejando expresar claramente su malestar, el mismo que sentían la gran mayoría de hijos natos o adoptivos de esta tierra. Que las observaciones se pueden levantar, definitivamente, pero el momento político no es el apropiado, por la coyuntura nacional contraria creada por Alas Peruanas; más aún si tenemos en cuenta, algo que nadie a dicho hasta el momento, que de aprobarse el tema de la universidad en este año pre electoral, el mayor beneficiado sería el alcalde de Cañete y miembros de su concejo, como autores del proyecto, con aspiraciones a postular a la reelección o tentar cargos regionales o congresales; y eso el partido de la estrella es lo que quieren evitar, y esto lo decimos con conocimiento de causa, por fuentes fidedignas de las cuales guardamos absoluta reserva.
Construcción civil, los transportistas, centros educativos, comerciantes de los mercados de abasto, gremios representativos de la provincia y la población en general han expresado libre y voluntariamente su voluntad de hacerle saber al Presidente de la República, que cumpla su compromiso pre electoral de hacer realidad nuestra universidad, exigiendo que las autoridades locales los acompañen en esta cita que busca una vez más reivindicar el derecho que le asiste a los hijos de esta tierra.
Pero se ¿dejará sentir el malestar de la población de los cañetanos, que irradie preocupación en nuestro Presidente de la República para que decida promulgar la ley y no meter en el mismo costal de la corrupción universitaria, a esta naciente casa del saber por la que a través de más de 30 años hemos luchado los hermanos de esta bendita tierra?. Eso está en nuestras manos y dependerá de todos nosotros, los que aspiramos que nuestros hijos y nietos forjen su formación profesional en nuestra propia tierra.
Mañana tenemos un compromiso de honor con la historia, y todos debemos estar a las ocho de la mañana en la Plaza de Armas de la capital de la provincia. pero que esto también nos haga meditar para saber actuar con prudencia y sin triunfalismo. En el futuro no celebremos el aniversario antes de que nazca el niño, ni bailemos con algarabía y hasta a veces con soberbia, cuando la última palabra de una victoria, todavía no esté dicha. (Elarquim)

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