jueves, 9 de junio de 2011

“¡Quiero mi balón de gas a 12 soles!”‏

CAÑETE AL DIA.- Quien resultare designado ministro de Economía y Finanzas del gobierno de Ollanta Humala no solo estará llamado a tranquilizar los mercados.
También tendrá que hacer cuentas en calculadora macroeconómica sobre cómo responder a dos exigencias que tendrá Humala desde el 29 de julio por la mañana: “¡Quiero mi balón de gas a 12 soles!”, es una de ellas. “¡Quiero mi pensión 65!”, es la otra.
" Quiero mi sueldo minimo a 760 soles" Una y otra exigencias representarán un egreso fiscal descomunal, por el componente de subsidio incluido. ¿Cuál será el manejo de filigrana que evitará que ambas no se conviertan en el primer temible signo inflacionario de los últimos veinte años?
¿El nuevo ministro de Economía y Finanzas sabrá decirle a los contribuyentes hasta qué punto saca las castañas del fuego o empieza a bailar en la punta de un alfiler?
Si hombres curtidos en la administración pública, como Félix Jiménez, Kurt Burneo, Daniel Schydlowosky y Óscar Dancourt, han titubeado más de una vez durante la campaña para dar respuesta a estas ofertas, sin duda electoralmente efectistas, pero altamente populistas, nos gustaría ver el temple que pondrá el designado nuevo ministro de Economía y Finanzas a la hora en que vaya a encarar sus efectos finales.
Un balón de gas a 12 soles, sin un estudio racional de costos, y una pensión para ciudadanos de 65 años que nunca hicieron aportes a un fondo de jubilación, y que terminarán recibiendo una mensualidad mayor que millares de cesantes que trabajaron toda su vida, encarnan expectativas electorales que requieren de un aterrizaje fiscal sensato y cuidadoso.
Cuando pintamos estas alertas en la preocupación del momento lo hacemos con el mejor ánimo de no afectar los equilibrios macroeconómicos, y nada más.
Bienvenida la propuesta de inclusión social del virtual presidente, pero colocada en el marco de un modelo económico que él mismo dice respetar y de una hoja de ruta comprometida a no debilitar las anclas constitucionales.
Sabemos, por la historia de los últimos veinte años, lo que es salir de una autocracia y lo que es lidiar con una estructura de corrupción.
¿Y donde dejamos las hiperinflaciones del pasado? ¡Tengamos pues mucho cuidado! Actualidad Cañetana estara pendiente del desenlace...

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