CAÑETE AL DIA.- El candidato a
la Presidencia Regional de Lima, Javier Alvarado, inició su campaña electoral recorriendo los distritos altoandinos de Chocos, Azángaro, Madean, Viñac y Huangáscar en
la Provincia de Yauyos, a más de
3200 m.s.n.m., siguiendo una hoja de ruta que se inició el lunes 19 de abril y culminó en la madrugada del sábado 24.
Tal como lo hizo durante su campaña electoral que lo llevó a la alcaldía Provincial de Cañete, el plan de Javier Alvarado es visitar si no son todas, la gran mayoría de los 129 distritos de las 9 provincias de Lima para conocer directamente de los pobladores la real situación por la que atraviesan los pueblos.
En cada distrito permaneció un día. En horas de la mañana visitó postas médicas, escuelas, el campo y las zonas de atención pulular como vasos de leche y comedores populares, verificando el total estado de abandono en que se encuentran los pueblos altoandinos. “No es posible que todavía existan poblaciones que dependen de las lluvias para tener agua, que no puedan viajar a la capital durante dos días porque no hay movilidad, que exista casi un 30% de desnutrición infantil, donde el ganado se muere por una plaga de sarna y donde los comuneros, con justa razón, ya no creen en sus autoridades; es tiempo de recuperar la democracia para nuestros patriotas que viven en estas olvidadas tierras del Perú”, dijo al término de su periplo.
Desde San Jerónimo, donde se inició la subida hacia las partes altas de Yauyos, se verificó el pésimo estado de la carretera, una trocha carrozable que se torna intransitable en tiempos de lluvia, aislando a las comunidades por varios días.
En las postas médicas sólo laboran practicantes que trabajan algunas horas y no cuentan con medicinas suficientes para atender casos de urgencia. Salvo Viñac, donde hay un vehículo viejo, los demás distritos no tienen ambulancias.
En el sector educación los problemas son similares: infraestructura inadecuada, profesores abandonados por el Estado, alumnos con altos índices de desnutrición, talentos que se pierden por falta de talleres educativos, culturales y deportivos.
En cuanto a infraestructura hay problemas con el abastecimiento de luz, agua, desagüe, carreteras. El problema de las comunicaciones es de urgente solución pues no se cuenta con telefonía fija ni Internet y tampoco ingresa la señal de los celulares.
En el campo las comunidades sufren la escasez de lluvias de mayo a diciembre porque los anteriores gobiernos regionales no cumplieron con la construcción de la represa. Javier Alvarado y el presidente de la Comunidad de Viñac se trasladaron hasta la laguna de Warmicocha en dos motos lineales donde apreciaron la potencialidad de este recurso natural inexplorado. Allí ofreció la construcción de la represa cuando sea elegido presidente regional.
Otro problema álgido es la plaga de sarna que afecta severamente al ganado, urge una vacunación general y el mejoramiento genético de los animales. Asimismo es prioritario tecnificar al agro a través del riego, abonos y semillas mejoradas.
En cada distrito se invitó a la comunidad a asistir a una asamblea pública para conocer las prioridades del pueblo. Como es comprensible, la totalidad de dirigentes muestra su hartazgo de la demagogia practicada por los anteriores presidentes regionales para luego dar a conocer sus inquietudes.
Los pobladores altoandinos fueron muy sinceros y dieron su voz de manera clara y contundente, así como su pleno respaldo a la candidatura de Javier Alvarado.
“Es una ofensa a la inteligencia tener recursos y no gastarlos cuando las necesidades son tan grandes, este es el tiempo del cambio, el tiempo de devolverle al pueblo la confianza en la democracia, la fe en sus dirigentes”, señaló el candidato de PJ.
Javier estuvo acompañado por el candidato a Consejero Regional de Patria Joven por Yauyos, Miguel Ángel Arbieto; y por el candidato a la alcaldía Provincial de Yauyos, Juan Pablo Quispe Rodríguez. Yauyos cuenta con más de 25 mil habitantes y 33 distritos. Limita con los departamentos de Junín, Huancavelica, Ica; y las provincias de Huarochirí y Cañete.
